Tipo ligero y versión pesada
Otro factor a la hora de distinguir pasadores de tensión es la combinación de resistencia y flexibilidad. Un pasador de tensión demasiado fuerte requerirá más fuerza para instalarse y puede dañar el orificio debido a su rigidez. Por otro lado, un pasador demasiado flexible puede fatigarse prematuramente durante el uso y caerse debido a vibraciones o similares. Un pasador de tensión que tenga el equilibrio óptimo entre resistencia, flexibilidad y diámetro puede prolongar significativamente la vida útil de los componentes conectados.
Para una selección óptima en términos de resistencia y flexibilidad, los pasadores de tensión se distinguen, además de la versión estándar, de si son de tipo ligero o reforzados.
Los pasadores de tensión de tipo ligero son menos resistentes que la versión reforzada. Los pasadores de tensión ligeros ceden incluso bajo cargas menores, mientras que los pasadores de tensión reforzados pueden soportar cargas mayores sin deformarse. Los pasadores de tensión ligeros se utilizan en aplicaciones en las que se producen cargas más bajas y la flexibilidad es más importante. Los pasadores de tensión reforzados, por otro lado, se utilizan en aplicaciones en las que se requieren cargas y resistencia elevadas, como en ingeniería mecánica. Los pasadores de tensión de tamaño medio, también conocidos como tipo estándar, son una etapa denominada intermedia. Generalmente son más grandes y más resistentes que los pasadores de tensión ligeros, pero más pequeños y menos sólidos que los pasadores de tensión reforzados.
Los pasadores de tensión ranurados de tipo ligero están estandarizados según la norma ISO 13337 (DIN 7346) y los de la versión reforzada según la norma ISO 8252 (sustituye la DIN 1481). Los pasadores de tensión en espiral del diseño estándar están estandarizados según la norma ISO 8750 (corresponde a DIN 7343) y los de la versión reforzada según ISO 8748 (corresponde a DIN 7344).